Como en cada muestra anual, Tecnópolis buscó despertar el interés de los visitantes por la ciencia y, en esta oportunidad, se propuso promover entre los más chicos la vocación por el conocimiento y su importancia para el desarrollo de un país. A través de diferentes espacios y actividades, se demostró que la ciencia forma parte de nuestra vida cotidiana. Las atracciones de esta edición presentaron algunas renovaciones, como el Acuario argentino y Aerolíneas Argentinas, con La experiencia de volar, y se incorporó el Museo de la Energía, un lugar pensado para revalorizar el gas y el petróleo en cuanto a su aporte estratégico para el desarrollo de la Argentina. Se destacó la muestra Huellas de la invasión, una instalación cautivante para encontrarse con rastros de la invasión alienígena de 1963, anticipada en El Eternauta, la novela gráfica de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López. También se incluyó un laboratorio para conocer el desarrollo de los recursos digitales y experimentar en el campo de las telecomunicaciones. Asimismo, Inteligencia argentina le brindó al público la posibilidad de convertirse en superhéroe del software argentino.
Fotos: Mincyt y Cultura
